¿Quisieras saber por qué a pesar de todos tus esfuerzos, las cosas te siguen saliendo mal?
En este resumen podrás aclarar por qué suceden estos malos resultados, los beneficios del desarrollo personal y cómo transformar las circunstancias a tu favor.
¿Deseas una respuesta corta a estos interrogantes? aquí la tienes:
“Todo se reduce a tu percepción del mundo”
¡Lo se! Suena simple y sencillo, pero es así: ¡La verdad siempre es simple!
Déjame explicártelo con la siguiente historia:
¿Culpa de Juan o Maria?
Motivados con su idea y apoyados con el impulso y buenas intenciones de sus familiares y amigos, comenzaron a hacer todo lo necesario para su primer emprendimiento: Préstamo bancario, compra de máquinas, de materiales e insumos. Lograron su primera producción pese a todas las dificultades que enfrentaron. Un lanzamiento maravilloso, todos sus productos fueron vendidos en el primer mes.
En el segundo mes todo cambió. No todos sus amigos y familiares compraban sus productos. Sus productos terminados comenzaron a crecer y al cabo de varios meses se vieron ahogados por las deudas, dejando de pagar sus obligaciones y en menos de un año su pequeño emprendimiento se había venido al piso.
“El desarrollo personal cambia la percepción de tu mundo”

Uno de los personajes, al que llamaré personaje A, se convenció a sí mismo que no estaba hecho para esto de los negocios. Había muchos procesos que desconocía y prefería no arriesgarse en otra aventura sin saber cómo iba a terminar. Prefería seguir trabajando de una forma más tranquila y sin complicarse la vida.
“La prosperidad jamás aparece en las personas que no desean desarrollarse”
El otro personaje, al que llamaremos personaje B, no le dio tanta importancia al asunto. Simplemente tomó esa experiencia y la llevó consigo al siguiente proyecto. Pero esta vez, con mayor astucia al momento de invertir sus recursos (físicos, tiempo y conocimiento) en proyectos que no fueran de su completo conocimiento. Había aprendido en su familia que las situaciones no son perfectas y que siempre se tiene oportunidad de corregir y retornar al camino, así como se ajustan las velas de un barco que se pierde en una tormenta. Que las emociones son pasajeras, que las relaciones tienen un inicio y un final, que los errores pueden consumir recursos, pero nunca deben debilitar la vida ni la emoción de quienes los cometen.
Tal vez sea confusa esta historia y podrías preguntarte,
¿Qué relación tiene el desarrollo personal con las decisiones que tomó cada personaje?
Vamos a verlo. Si fueses el personaje A, tal vez tomarías la misma decisión, tal vez te convenzas a ti mismo que no estabas hecho para los negocios. Pensarás, ¿para qué seguir arriesgando si perdí tiempo, esfuerzo y dinero? Buscarás cualquier justificación para convencerte que la decisión de no tomar riesgos fue la mejor para ti.
Pero, por otra parte,
¿Qué decisión hubieses tomado si tuvieras toda la información que había adquirido el personaje B desde su infancia? Te aseguro que hubieses logrado ver la situación desde una perspectiva más elevada, menos material, menos desde el punto vista de ganar o perder recursos, sino desde una perspectiva de ganar experiencia y conocimiento para tu vida.
Lo que trato de mostrarte aquí es que sea cual sea el camino que tomes siempre estará influenciado por las programaciones que tienes en los diferentes núcleos de tu Ser (físico, emocional, mental o espiritual).

Ahora ya estás en capacidad de ver ¿por qué a pesar de todos tus esfuerzos, las cosas te siguen saliendo mal?, pero te ayudo a verlo con mayor claridad…
Las cosas salen mal porque son el resultado de las imágenes mentales y las conversaciones internas que tienes contigo mismo.
Están directamente relacionadas con toda la información consciente e inconsciente que percibes y guardas en tu mente: lo que ves, lo que escuchas, lo que percibes con tus sentidos.
Toda la información que has recibido desde que naciste. ha influenciado las reacciones que has tenido hasta hoy, hacen que te expreses en diferentes formas ante cada suceso y generan imágenes mentales automáticas por cada circunstancia. La duda, el rencor, la rabia son impulsos inconscientes que contaminan todos los esfuerzos que realizas en dirección a alcanzar tus proyectos.
Pero cuando tienes claridad en la estructura del mundo físico, emocional, mental y espiritual, tus reacciones son muy diferentes. Marcan la diferencia en la vida de aquellos que se comprometen con desaprender y reaprender las diferentes áreas como esta compuesto un ser humano.
Estos son algunos de los beneficios que conseguirás:
- Claridad emocional, mental y espiritual.
- Toma de decisiones asertivas.
- Control de emociones, pensamientos.
- Autocontrol que anula explosiones agresivas
- Serenidad y equilibrio para actuar en ambientes hostiles
- Expresión natural de alegría y entusiasmo
Para conseguir los anteriores beneficios y transformar las situaciones a tu favor, debes tener claridad bajo qué estructura (física, emocional, mental o espiritual) estás tomando decisiones y siempre actuar desde una perspectiva más elevada. Es la forma en que se soluciona cualquier problema, es la forma de ver las situaciones a tu favor.
“No cambian las cosas, cambiamos nosotros”
– Henry Thoreau
Así, para transformar situaciones físicas (materiales) a tu favor, debes observarlas desde una perspectiva emocional. Para transformar tus situaciones emocionales deberás observarlas desde una percepción más mental. Y transformar los conflictos mentales debes solucionarlos desde la más elevada visión, la espiritual. En el próximo artículo, aclararemos más estos conceptos.
Conclusión
El desarrollo personal te vuelve consciente de tus resultados, obteniendo beneficios como el autocontrol para toma de decisiones asertivas, transformando tu percepción del mundo. Te da herramientas y habilidades internas para equilibrar las estructuras (físicas, emocionales, mentales y espirituales) dando como resultado el equilibrio para el manejo de las circunstancias de la vida.
Si deseas saber cómo lograrlo y qué pasos dar para llevar tu desarrollo personal al siguiente nivel, no puedes dejar de leer mi próximo artículo.